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Fray Luis de León era catedrático de Teología en la Universidad de Salamanca. Pero, por envidias, fue denunciado a la Inquisición como sospechoso de ser hereje. La Inquisición le encarceló en 1572 en Valladolid.

En 1576 fue puesto en libertad. Un gran grupo de estudiantes le recibió a su vuelta a la universidad. Fray Luis se dirigió a su aula, todo el mundo esperaba en silencio lo que iba a decir. Pero Fray Luis, según cuenta la tradición, sonrió, abrió su libro sobre la mesa y comenzó así su clase: "Decíamos ayer..."

Expresa de esta manera su desprecio contra aquellos que aprovechándose de su autoridad suprimido en él unos de los más preciosos derechos del hombre: el derecho a expresarse, a manifestar sus opiniones.

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jueves, 29 de octubre de 2015

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